domingo, 18 de abril de 2010

Leopoldo Chiappo


Nació en Lima, Perú, el 17 de diciembre de 1924. Fue primer vicerrector de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, cuya Facultad de Psicología lleva su nombre. Fue un destacado investigador de la psicopatología del pensamiento, de la percepción y del lenguaje. Publicó diversos trabajos que le hicieron merecedor en dos oportunidades del Premio Nacional de Fomento de la Cultura en Investigación Científica “Daniel A. Carrión”. En el año 2003 recibió las Palmas Magisteriales en el Grado de Amauta de parte del gobierno del Perú.

Lo anterior era solo una introducción, para saber quién era él, luego estuve buscando más información de este gran filósofo, ya que uno de mis profesores dijo que él había hablado muy bien acerca de lo que verdaderamente era la belleza, pero no llegue a ver el video, ya que no logré encontrarlo, sin embargo, encontré el blog de un señor llamado Víctor Montero López, que le estaba haciendo un homenaje a este filosofo, y esto son algunas partes de lo que dijo acerca de él:
- Chiappo ha sido una de las mentes más brillantes que ha tenido el Perú, era muy reconocido por los más destacados intelectuales incluso los más exigentes como Marco Aurelio Denegri.

Gracias a esta descripción podemos saber que tan importante era Leopoldo Chiappo, que a pesar de no tener un programa como Marco Aurelio Denegri era importante para el Perú, y que sabía lo que decía.

Encontré una entrevista que tuvo el Sr. Chiappo, por “Umbral Perú Cultural”, su título era “Nuestra crisis es espiritual” en ella lo que más me llamo la atención fue cuando dijo que él era un optimista de segundo grado, al comienzo yo no entendía el porqué había calificado el optimismo por grados, pero al terminar de leer pude darme cuenta el porqué lo dijo de esa manera. Él se considera un optimista de segundo grado ya que dice que “los optimistas de primer grado son los ingenuos, el joven, el cojudón, el que cree que las cosas son buenas y van a ser mejores y se pega un estrellón de narices contra la pared, para luego terminar siendo un pesimista despechado, un desilusionado, un amargado”. En cambio, el de segundo grado (como se describe él), “es el que sabiendo que la especie humana es una jodienda y una mediocridad, una mezquindad y una falta de nobleza, a pesar de que predomina la grosería, la violencia, el interés del neoliberalismo rampante... a pesar de que la realidad es como es, creo que el ser humano es perfectible y que lo malo es evitable. Es posible construir un mundo de idealidad que compense el mundo de la realidad. La realidad es el aborto de lo ideal. La verdad de las cosas está en lo ideal, allí está la esencia verdadera de las cosas”.

Finalmente puedo decir que a pesar que no encontré lo que dijo acerca de lo que es verdaderamente la belleza me llamo mucha la atención su historia y lo que piensa de la educación que hay en nuestros tiempos, que podemos mejorar económicamente pero tiene que ir de la mano con la cultura del país, con su educación que por ahora no es de lo mejor.


Fuentes:

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