martes, 20 de abril de 2010

Un verdadero ejemplo de vocación: Arq. Louis Kahn


Louis Isadore Kahn, (su nombre original era Itze-Leib Schmuilowsky). Nació el 20 de febrero en Estonia en el seno de una humilde familia judía – y falleció el 17 de marzo de 1974. Trabajó como arquitecto en Filadelfia, donde fue profesor en la Universidad de Yale.

El primer párrafo, nos relata su vida, pero no lo que hizo durante ella. Sin embargo su hijo Nathaniel Kahn, hizo un video acerca de Louis como persona, el cual tiene por nombre “Mi arquitecto: el viaje de un hijo”. En este video podemos entender como era Louis Kahn fuera de sus proyectos, para empezar, y lo que más me sorprendió fue el que tuviera 3 familias diferentes, pero no solo esto, sino el porqué paso esto.

Cuando veía el video me di cuenta que lo que lo llevo a este error fue por el tema que hablaba en mi anterior entrada, la vocación, él se dedicaba tanto a sus trabajos y proyectos que no separaba un tiempo suficiente para dedicarle solo a su primera familia, luego trabajando en su oficina conoció a una joven, se enamoro, y tuvo su segunda familia, y del mismo modo paso con la tercera, que es con al que tuvo a Nathaniel.

Él es un gran ejemplo de lo que es “vocación” ya que él era una mezcla de todo lo que se refiere a vocación, esa humildad, esa pasión por el trabajo, su sutileza, el ser autocrítico, el querer transformar el mundo para mejor.

Al final de la película vi algo que no pensaba que iba a escuchar de la película, cuando Nathaniel dijo que su padre murió endeudado, era algo loco porque yo siempre escuche que los arquitectos ganaban bien, pero cuando escuche eso en la película pude darme cuenta que Louis Kahn no trabajaba por dinero, sino por su amor a la arquitectura, por querer el bien para los demás.

“La escuela comenzó con un hombre bajo un árbol, un hombre que no sabía que era un maestro, y que se puso a discutir de lo que había comprendido con algunos otros, que no sabían que eran estudiantes. Los estudiantes se pusieron a reflexionar sobre lo que había pasado entre ellos y sobre el efecto benéfico de aquel hombre. Desearon que sus hijos también lo escucharan, y, así, se erigieron espacios, y surgió la primera escuela.” – Louis Kahn

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